Infusiones medicinales

 Es complicado intentar datar con exactitud el origen de las infusiones medicinales. La preparación de este tipo de bebidas está asociado con la historia del té y, por tanto, a la medicina tradicional China, hace miles de años. 

El café, junto con otras infusiones con el mismo proceso de extracción también practicaba en la historia árabe. Las tribus nómadas de Arabia o Etiopía ya extraían hojas y flores de distintas plantas para producir lo que hoy conocemos como infusión.

Hoy en día podemos disfrutar de un número amplio de plantas medicinales para poder extraer infusiones que contengan sus principios activos y, por tanto, todos los beneficios medicinales atribuidos a ellos.

La distinción entre té e infusión

Un concepto que tienes que tener claro es la distinción entre té e infusión. La infusión es el sentido amplio de extraer el jugo de cualquier planta y hacerlo líquido, por lo que todos los tés son infusiones.

Sin embargo, un té es la infusión de la planta del té, Camellia sinensis, de las cuales se puede producir distintas variedades de tés, como el rojo, verde, negro o el blanco.

Tanto tés como infusiones son estudiadas desde hace muchos años buscando componentes activos para prevenir y reducir el efecto de enfermedades potenciales. Ahora mismo, lo que más se estudia es el efecto de diversas plantas medicinales a través de infusiones para reducir diabetes y encontrar antioxidantes frente a distintos tipos de cáncer.

Remedios naturales de distintas infusiones

La ventaja o particularidad que tiene este tipo de infusiones es su capacidad de mezcla, buscando un efecto sinérgico entre los distintos principios activos.  Es frecuente ver como grandes cadenas de supermercados preparan mezclas de plantas potenciales para ayudarnos a conciliar el sueño, reducir los gases, para bajar la tensión.

Estas sintomatologías, aunque tienen tratamiento médico, pueden complementarse con la preparación de infusiones sin apenas contra-indicaciones y con multitud de beneficios.

Top infusiones relajantes

Aunque muchas de las infusiones o tés que nos tomamos contienen teína, el mero hecho de estar sentado tomando una infusión caliente respirando el aroma de los extractos de plantas y saboreando cada sorbo es de por sí relajante (incluso solo al imaginarlo).

Otras, además, llevan principios activos sedantes y nos ayudan a relajar y controlar los nervios, especialmente antes de situaciones tensas, como entrevistas de trabajo, exámenes y oposiciones, etc.

Las principales infusiones para ayudar a relajarnos son las siguientes.

Té de valeriana

La valeriana ofrece una rápida acción sedante y relajante del sistema nervioso. Es apropiada para personas que sufran ansiedad y que tengan algo de insomnio.

Su preparación es muy fácil y se puede combinar con otras plantas medicinales para potenciar su sabor y su actividad relajante.

Melisa

La melisa es ampliamente conocida en infusión por sus efectos relajantes para combatir el estrés. Posee efectos antiespasmódicos, alivia la musculatura y relaja el sistema digestivo.

Pasiflora 

Una planta muy conocida y recurrente en estados de ansiedad, nerviosismo y tensión. Sus principios activos activan los procesos de relajación y sensación de bienestar, aliviando dolores de cabeza y contracción muscular.

Manzanilla

Entre el amplio abanico de propiedades de esta planta, una de ellas es la de reducir el estado nervioso, el insomnio y la ansiedad provocados por momentos de tensión. Suele combinarse con otras plantas, como la valeriana, para potenciar sus efectos.

Té de Ashwagandha

Este té es de origen indio y lleva utilizándose cientos de años para mejorar la digestión y entrar en un proceso de relajación y paz, especialmente después de las comidas. Por su efecto sedante, viene muy bien para momentos de tensión y ansiedad.

Infusiones digestivas para el estómago

El estómago está sometido continuamente a achaques e inflamaciones, ya que solemos pasarnos muchas veces con los alimentos ricos en grasas y las bebidas alcohólicas.

Aquí tienes algunas opciones de infusiones para aliviar el malestar general del aparato digestivo y mejorar la digestión.


Infusión de menta

La infusión con extracto de menta nos ayuda a reducir la formación de gases y la sensación de hinchazón del estómago. Además, la menta también te ayudará a combatir el mal olor bucal o la halitosis.

Infusión de hinojo

infusión de hinojo que te ayudará a evitar las flatulencias, los calambres musculares y las inflamaciones variadas. Para prepararlo, utilizamos 1 cucharada de hinojo (15 gramos), media cucharada de cardamomo (aproximadamente 3 gramos) y 250 ml de agua.

Infusión de canela

El simple hecho de calentar agua y añadir una pequeña cucharada de canela puede servirnos para aliviar la sensación de pesadez estomacal y angustia después de comidas pesadas. La canela también contribuye a evitar la hinchazón estomacal.

Para hacer esta infusión nos hace falta agregar 2 cucharadas de menta fresca (unos 20 gramos) + 1 taza de agua (de 250 ml).

Infusión de boldo

El boldo es un ingrediente natural que forma parte de una gran serie de remedios que se han utilizado desde siempre. También tiene función diurética, siendo muy práctico para eliminar aquellos desechos que se hayan podido acumular en nuestro organismo.

Infusión de jengibre

El jengibre tiene propiedades anti inflamatorias y calmantes, siendo un poderoso remedio contra los gases acumulados en el intestino. Para hacer esta infusión necesitamos 1 trozo de raíz de jengibre, el zumo de ½ limón, 25 gramos de piel y 250 ml. de agua.


Top infusiones frías

Las infusiones frías son una alternativa para los momentos de gran calor, como en verano. Como muchos de estos preparados se recomienzan después de las principales comidas, justo cuando el calor apremia y tenemos el estómago lleno, lo último que nos apetece es calentarnos agua y preparar una infusión caliente.

Por eso, existen distintas opciones de infusiones frescas que también ofrecen beneficios medicinales y nos quitarán la sensación de calor en la época estival.

Infusión de té verde y arándanos

Preparamos el té verde caliente, dejamos enfriar y trituramos arándanos, para mezclarlos bien en la mezcla final. Puedes sustituir los arándanos por cualquier otra fruta, como fresas o incluso melón o sandía.

Infusión de menta fresca y fruta

Ocurre lo mismo con la menta, que en este caso la utilizamos como sustituto de la infusión de té verde. La menta nos producirán un agradable sensación de frescor, mejorará nuestro aliento y nos ayudará a activar los procesos digestivos.

Está infusión fría está especialmente indicada para probarla después de las principales comidas. Puedes utilizar moras, arándanos, sandía.

Infusión de jengibre

El jengibre también encaja muy bien consumido en fresco. Tiene un sabor característico que combina muy bien con hierbabuena, hierbaluisa, orégano.

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